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Ronaldo llorando en su despedida |
Esta entrada no pretende más que reconocer la aportación que Ronaldo ha dado al fútbol desde que debutara con el Cruzeiro allá por 1993. Su presencia testimonial en la copa del mundo del año siguiente no sería más que la rampa de lanzamiento de una meteórica carrera salpicada de goles y más goles. Las ligas brasileña, holandesa, española e italiana guardarán para siempre en un rincón, las diabluras y genialidades que encandilaron al publico de media mundo.
Por otro lado, Brasil se arrodillará cada vez que se te nombre en reconocimiento al pentacampeonato logrado en 2002 gracias en parte, a tus goles anotados en el mundial de ese año. Ni que decir tiene que las ediciones de la Copa América del 97 y el 99 presumirán de haberte visto jugar al nivel al que solo llegan los más grandes.
Ya no importa si en la previa de la final de 1998 la presión te pudo y las convulsiones sufridas te impidieron rendir al máximo nivel. Tampoco importa que tu tendón rotuliano fuese de cristal y se rompiera en varias ocasiones o que tu hipotiroidismo te hiciera engordar hasta el punto de tener que renunciar a hacer lo que más te gusta.
Todo eso no importa porque ya no te veremos jamás vestido de corto en un campo de fútbol, gracias a dios siempre quedará la memoria colectiva. Esa en la que se te recordará driblando a jugadores del Compostela y a Said Chiba intentando pararte por lo civil o lo criminal, esa en la que apareces mandando a por uvas a Marchegiani en la final de la copa de la UEFA, o donde sales con un flequillo un tanto hortera perforando la portería de Kahn para darle el pentacampeonato del mundo a Brasil.
Por todo esto y mucho más solo me queda agradecerte que me hicieras olvidar durante 90 minutos que hay vida más allá del fútbol.
¡HASTA SIEMPRE "O FENOMENO"!
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